Esta textura se crea trenzando las cañas de ratán y se ha producido tradicionalmente en el Sudeste Asiático. Quizás por eso cuando pensamos en cannage o ratán la podemos asociar a esas cabañas maravillosas de Bali o al estilo de los `50 o ´60 cuando pululaban las sillas y los barqueros con rejilla.
Lo cierto es que es un material de muchas virtudes, entre ellas su durabilidad, seguro que todavía anda por ahí algún mueble de la abuela que parece comprado ayer, su flexibilidad y sobre todo, es un material liviano, tanto en su peso real como visual. Combinada con madera es la mejor de las relaciones.
El cannage nos transporta en tiempo y espacio, ya sea a tu infancia o al paraíso Balinés. Combinado con textiles en verde naturales o en tonos cálidos como salmón, es una jugada segura para un ambiente elegante y relajado para este verano.